Llevábamos un buen tiempo vagando sobre el Planeta de los Océanos tras nuestro Regreso, tan grises ya que nuestra vestimenta se había tornado casi en negra, y tan pesados que resultaba imposible elevarse ni con la ayuda de los más eficaces ingenios para ello, depurados y mejorados, eso sí, con el paso de los años.
La creciente pesadez pegaba cada día más nuestros pies al suelo, en un proceso que parecía inevitable o, al menos, no sabíamos cómo eludir ni aliviar. Y cuanto más nos pegábamos a la tierra, más añorábamos la perdida sensación de volar y desplazarnos por el éter sin más sustento que nuestra capacidad para imaginar y creer.
Al atardecer, nos reuníamos para recordar París en aquel lejano agosto, y los recuerdos nos daban las escasas alas de las que podíamos ya disfrutar, sin elevarnos, pero sintiendo aquel remoto aire de nuevo en el rostro. A pesar de ello, nuestra memoria empezaba a dibujar un Viaje y un Regreso en los que cada día costaba más encontrar satisfacción y sentido. Podríamos haber hecho más, haber disfrutado más, haber cantado más, o quizá otras debieron ser las canciones que entonamos cuando aún podíamos elevarnos sin límite alguno con ellas.
Éramos plenamente conscientes de que nuestros pies de plomo nos llevarían muy abajo cuando dejasen atrás la tierra, arrastrándonos a mundos ignotos y oscuros cuando llegase el momento del Gran Salto a los Confines de Tánatos. Y así, en uno de aquellos ocasos que nos reunían, decidimos prepararnos para ese momento del único modo que sabíamos, cantando, aunque fuese por última vez en esta postrera travesía. Esa misma noche, le dimos forma a nuestro deseo de volver a flotar sobre el éter entonando una nueva canción con la mirada ya puesta en el gran Salto… ¡Volver a volar! ¡Volver a soñar!
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"El gran Salto a los Confines de Tánatos" es la tercera y última obra de "La Trilogía errante del Ensueño y del Ser", y sólo consta de un tema por lo pronto. Ya estamos trabajando en nuevos temas y pronto esperamos importantes avances en este álbum. Poco más te vamos a poder ofrecer de esta travesía de la que apenas partimos, pero sí que es seguro que la recorreremos porque esta es una travesía ineludible que, más tarde o más temprano, siempre llega. Aquí te la contaremos, y mientras tanto te dejamos esta vela para ir alumbrando este nuevo camino tan desconocido como inevitable.